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Tensiones al hacer un cambio en nuestra alimentación

LO QUE MÁS NOS CUESTA EN LOS CAMBIOS DE ALIMENTACIÓN

 

¿Te has decidido a hacer un cambio de alimentación y estás teniendo pequeños conflictos a la hora de llevarlo a cabo? No te preocupes, vamos ha desarrollar un poco este tema para comprenderlo mejor y añadirle algunos tips que pueden facilitarte el período de adaptación.

 

Cuando tomamos la decisión de hacer un cambio importante en nuestra forma de alimentarnos, lo recomendable es estudiar bien hacia qué vamos a cambiar y porqué, el motivo debe ser lo suficientemente convincente para que esa decisión sea más fácil de llevar a cabo, ya que si no tenemos una fuerza de voluntad férrea quizá cuando no exista un motivo mayor, tendremos dificultad.

 

Lo primero que debemos mencionar es que la dificultad en los cambios, es momentánea, una vez que ese cambio se va integrando y convirtiendo en un hábito, ya es parte de nuestra vida.

 

Hablemos de los momentos de tensión en la introducción de nuevos hábitos alimenticios:

 

En nuestro cambio, muchas veces tenemos que renunciar a alimentos que nos gustan y éso nos dificulta un poco, ya sea porque tenemos un enganche a ese alimento a nivel fisiológico, apego emocional, o que realmente su textura y sabor nos encanta. Para lidiar con ésto debemos dejar a un lado el drama de ¡ohh jamás podré volver a comer mi alimento favorito!, no es que no lo puedas volver a comer, si no que si en ese momento es un alimento tóxico para ti, una vez que te hayas introducido durante un tiempo tu hábito, por un lado quizá no te apetezca, o podrás consumirlo para tus dosis terapéuticas, ya que si tu organismo está mayormente equilibrado, no tendrá problema en desintoxicarse de la parte nociva para él, por otro lado comentarte, que siempre puedes ir ampliando tu repertorio de alimentos favoritos y encontrar nuevas satisfacciones más saludables.

 

Vida social, sí, lo sé, no hay quedada sin comida de por medio, o celebración sin tarta, este punto se que es complicado de lidiar con él, ya que la mayoría de las reuniones con amigos o familiares tienden a ser con comidas, barbacoas, picoteos, cafés…etc, hay personas que eligen reducir su vida social para hacer la transición más cómoda, está bien pero, ¿que tal si vemos estos momentos como una oportunidad para reforzar nuestra decisión? Una vez terminada la velada, habiendo hecho caso de nuestra fuerza de voluntad, nuestra autoestima y empoderamiento aumentará, sumando más potencial a nuestro proceso, si lo sé, pero nadie dijo que fuese tarea fácil, ¡dale la vuelta! Esto lo estás haciendo por tí y tu bienestar, así que convierte lo difícil en motivante, también puedes buscar lugares o restaurantes en los que tengan alimentos más saludables, cosa que cada vez abunda más en nuestra sociedad, si ésto también te es complicado, siempre puedes comer antes en tu casa y tomarte algo solo de acompañamiento, otra opción que tienes es comenzar a hacer cambios en la vida social, ir introduciendo otro tipo de actividades e ir probando cosas nuevas, no te digo que te olvides de lo anterior simplemente que vayas introduciendo cosas que vibren más con tu nueva sintonía.

 

Me toca cocinar diferentes comidas, ésto al principio es un tanto agobiante pero si nos organizamos bien, podemos cocinar varias cosas a la vez sin ningún agobio, lo ideal en un hogar es que ni tú impongas tu nueva decisión de alimentación ni que se impongan los antiguos hábitos, llegar a un consenso entre todos y así facilitar a cada uno el estilo de nutrición elegida, ésto facilitará psicológicamente la tarea y también nos hará trabajar mucho la tolerancia y descubrir cosas nuevas.

 

Presión del entorno y falsas creencias: Esa dieta que estás haciendo no debe ser sana, vas a enfermar, te faltan vitaminas… ¿Os suena? Y el dar contínuamente explicaciones de lo que comemos y lo que no, bien, ante ésto paciencia, y si hemos tomado una decisión consciente, meditada y estudiada, que no os entre el mal genio, al contrario, quizá podamos motivar a la otra persona con un cambio, debemos saber que ésto es normal que pase ya que nuestro entorno está viendo nuestra transformación y, aparte de miedo a lo desconocido, no tendrán tanta información como la que nosotros hemos adquirido al tomar la decisión , así que aquí tenemos la opción de explicar nuestros motivos o agradecer el consejo, pero que de momento vamos a probar con ésto para ver que pasa, la vida está llena de falsas creencias, así que calma, y con calma también me refiero a nosotros mismos, ya que en ocasiones somos nosotros los que tenemos esas falsas creencias y nos generan una inseguridad a la hora de llevar a cabo el plan, así que estúdiate bien los efectos y consecuencias de tu nueva alimentación para que sea algo en lo que realmente creas.

 

El tiempo al cambiar los hábitos, ¿recordáis los 21 días? Sí, pues este boom de los 21 días se puso tan de moda con un fondo de bastante peso y es que es éso lo que tarda el cuerpo en convertir un nuevo cambio en un hábito, 3 semanas sí, este tiempo pasa volando, ¿pelearte un poco 3 semanas y adentrarte así en el bienestar de tu propia persona? ¿Cuánto tiempo llevas haciendo las cosas mal?, 3 semanas para empezar a sanar no está nada mal. La actitud te llevará a la aptitud así que respira con alegría.

 

Es que comer saludable es aburrido, ¿perdón? Aburrido es uno, no la comida, así que dale caña a esa creatividad y si ahora no la encuentras, que la encontrarás, cuando detoxificas tu organismo, hay millones de recetas por internet, libros, vídeos, tutoriales, así que ¡fuera excusas!

 

La ansiedad, la ansiedad que se genera en el cambio suele ser porque quizá estas introduciendo el cambio de manera muy radical, así que comienza hacerlo poco a poco y si ves que esa ansiedad se mantiene, quizá estés de suerte y empieces a ser capaz de identificar que parte de tu alimentación era una tapadera de otro conflicto que nada tiene que ver con la comida ¡estamos de suerte! ¡También podremos sanar ésto! Nuestras sombras salieron a la luz.

 

El supermercado. Reflexionemos, si pasamos muertos de hambre por delante de las chuches quizá nuestra compra se desequilibre bastante, procura ir sin hambre al supermercado y hacerte una buena lista antes de ir, ahorrarás tiempo, dinero y tentaciones.

 

Bueno pues, finalizando aquí el post de pequeñas cosas que nos dificultan a la hora de llevar a cabo nuestro cambio de alimentación quería daros todos los ánimos del mundo para que si habéis elegido introducir salud en vuestra vida nos os desaniméis porque realmente soltar cadenas en ocasiones no es tarea fácil, pero la libertad no tiene precio. Diana Santos

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